miércoles, 19 de diciembre de 2007

Álbum de recuerdos/recuento 2007


Por Jaime Moreno

A veces me pongo nostálgico y me da por recordar. Como esa vez que no sé que pasó y terminé examinando cada detalle de mi pasado en un café del centro. Ahora, por ejemplo, recuerdo la tarde en que iba con Meza y mi padre por el periférico y a la altura del puente del Incienso vimos a una muchacha de aspecto taciturno pasar sobre la baranda y lanzarse al vacío. Quizá esto es lo más impactante que me pasó en el año que termina. Claro, podría describir escenas más violentas o profundas, pero me quedo con ésta por su carácter informativo: la vida vale lo que uno quiere que valga. Sin embargo, no puedo (ni quiero, en todo caso) dejar de lado este espacio para dar a conocer lo cotidiano de muchos ciudadanos comunes como yo. En sus manos, pues, este popurrí de historias que muestran los hechos decisivos más recordados por cada uno de ellos durante 2007.

Nidia. Comenzó una relación con alguien con el que jamás pensó. Le ha ido bastante bien y está dispuesta a seguir luchando por lo que quiere, aunque eso implique sacrificios. Molina. Recuerda con cierto dejo de nostalgia lo bien que le fue en los estudios durante el primer semestre. El segundo, comenta, le fue bastante mal. Espera, en todo caso, reponerse el año entrante. Fossi. Problemas amorosos, dice. Una mujer que nunca lo aceptó y lo mucho que le afecta. Borujo. Un año de decisiones. La más difícil, sin duda, fue dejar la carrera de Medicina y comenzar un nuevo sueño en el campo de la ingeniería automotriz. El cambio, eso sí, era necesario. Paula. Este fue un año de mecánica rara para ella. Al haber terminado los estudios de Derecho, ahora se prepara para las fases de examen privado. Queda en su memoria el constante estudio que, junto a sus amigas, realizó guante todo el año en la Biblioteca Central de la USAC. Paolo. Recuerda con orgullo cómo logró aprobar una materia que se le dificultó a lo largo del año. Es, como dice, un premio a su esfuerzo. Chejo. La vida puede tener grandeza en pequeñeces. Su mayor recuerdo es la euforia sentida al salir de la sala de cine, luego de ver Transformers, la película. Carolina. Conoció, platicó y convivió con las estrellas que más admira: los integrantes de la agrupación mexicana RBD. Es uno de sus mayores recuerdos en este año y no es para menos. Sama. Dejó de lado la rutina, se armó de anhelos, compró una patineta y se puso a patinar. Este es el año que hizo algo diferente y cumplió uno de sus deseos. Ericón. Lo que este año le deja, como recuerdo más vivo, es el dolor que le causó una ruptura amorosa. Me dijo que hasta ahí no más, cuenta con tristeza. Angélica. Su abuelita dejó este mundo hace pocos días. Le afecta, cómo no. Es, en todo caso, el inicio de una nueva etapa para ella y su familia. Se repondrá, seguro. No está sola, hay gente que la quiere, la apoya y vela por ella. Es solo un paso más en este viaje; unos antes, otros después, todos terminamos partiendo algún día. Recuerdo, eso somos para mantenernos vivos. Chuky. Hace un par de semanas pudo, al fin, ver a su padre otra vez. Hacía diez años que no lo veía. Fátima. Los buses equivocados, las palabras no entendidas, perderse en una ciudad extraña por intentar conocer un poco. Todo trae para ella un recuerdo único: Rusia. Chipi. El recuerdo que busca aún no ha sucedido. Aunque lo tiene claro en la mente: de este año recordará la Navidad porque sus primas vendrán a pasarla con su familia. Manola. Este año es inolvidable para ella porque realizó sus prácticas médicas en el Hospital. Está por terminar la carrera de Medicina y lleva guardados excelentes momentos de esta etapa.

Pude escribir sobre temas políticos, sociales o religiosos. Lo intenté, no lo niego. Al final descubrí que, más que de acontecimientos decisivos y trascendentales, el mundo está hecho de esos pequeños recuerdos anónimos de cada uno de sus habitantes. A mí, este año me dejó el haber conocido a una niña muy especial, el casi concluir la Universidad y las puertas abiertas a una nueva etapa laboral. Es, para mí, lo digo de recordar. ¿A dónde nos llevará lo hecho este año? Quién sabe. Espero estar el próximo para contárselos.

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