Por Vania Vargas
Siete días de poesía ambulante. De la calle a las escuelas; de los salones universitarios a las cafeterías. Disuelta la línea invisible entre vida y literatura. Sin libros de por medio. Solo el autor y su voz, el espectador y el poema: una conexión directa que propició el encuentro, la reacción palpable, inmediata: una sonrisa, una mirada de asombro, unos ojos cerrados, un aplauso, un acercamiento, una pregunta, una petición. Cada uno tuvo la propia.
Dedicada a observar de cerca, a escuchar, el Festival me dejó imágenes para las que la cámara no sirvió: las miradas paternales de Marvin sobre los escenarios aún vacíos, el cansancio que se transformó en seriedad en Martín, las ojeras de Carmen Lucía, el piercing de Ingrid, los poemas instantáneos de Gabriel, la conexión inmediata entre los estudiantes y Leonor Silvestri, la voz y la actitud de Alma Karla Sandoval que aún logro percibir cuando leo su blog, los rostros de Gabriela Padilla y Ezequiel para un par de nombres que ya conocía de antes, el aliento aguardentoso que expelían los excelentes textos de Ernesto Carrión, la colección fotográfica de casi todo que se llevó Vicente Rodríguez –imagino el tamaño de ese rompecabezas digital-, el sonido de la poesía de Javier Campos, la imagen de Landa caminando por las calles de Xela como un dejàvú, la sonrisa y el asombro de Francisco Morales Santos, la chispa de Rosa Chávez, los silencios de Pedro Chavajay, la maleta y los buses que perdió Karla Coreas, el abrazo fuerte de Marcos Rodríguez-Frese, el asma que dice sentir Walter Hermosilla bajo el peso de la tradición poética peruana, el aserrín de colores y la violencia del sol, los rostros de contrahuella y el nudo en la garganta, la espesura del copal, las ampollas en las manos, el brazo dislocado del señor de Xibalbá, un puño de papeles con direcciones electrónicas, y la imagen de Sauma, como un Bukowski de ojos acuosos –tenía razón Payeras-.
El resto de imágenes las pueden ver ustedes mismos. Dénse una vuelta por aquí.
Dedicada a observar de cerca, a escuchar, el Festival me dejó imágenes para las que la cámara no sirvió: las miradas paternales de Marvin sobre los escenarios aún vacíos, el cansancio que se transformó en seriedad en Martín, las ojeras de Carmen Lucía, el piercing de Ingrid, los poemas instantáneos de Gabriel, la conexión inmediata entre los estudiantes y Leonor Silvestri, la voz y la actitud de Alma Karla Sandoval que aún logro percibir cuando leo su blog, los rostros de Gabriela Padilla y Ezequiel para un par de nombres que ya conocía de antes, el aliento aguardentoso que expelían los excelentes textos de Ernesto Carrión, la colección fotográfica de casi todo que se llevó Vicente Rodríguez –imagino el tamaño de ese rompecabezas digital-, el sonido de la poesía de Javier Campos, la imagen de Landa caminando por las calles de Xela como un dejàvú, la sonrisa y el asombro de Francisco Morales Santos, la chispa de Rosa Chávez, los silencios de Pedro Chavajay, la maleta y los buses que perdió Karla Coreas, el abrazo fuerte de Marcos Rodríguez-Frese, el asma que dice sentir Walter Hermosilla bajo el peso de la tradición poética peruana, el aserrín de colores y la violencia del sol, los rostros de contrahuella y el nudo en la garganta, la espesura del copal, las ampollas en las manos, el brazo dislocado del señor de Xibalbá, un puño de papeles con direcciones electrónicas, y la imagen de Sauma, como un Bukowski de ojos acuosos –tenía razón Payeras-.
El resto de imágenes las pueden ver ustedes mismos. Dénse una vuelta por aquí.
6 comentarios:
Muy bien, Vania, me fascinó este comentario donde los recuerdos siguen vivos. La poesía era un fiesta y también el inicio de nuestras siempre largas conversaciones.
Abrazos desde México para Javier, Jorge y, por supuesto, para vos.
Es una lástima que no reconzca a casi nadie.Pero lo de las maletas de Karla Coreas, me pareció chistosito, aunque digamos que para ella no ha de haber sido tanto.Sorry Karla lo hago en buen plan.
¿Cómo que tenés practica en esto de los rompecabezas verdad?, A ver cuando nos echamos un partidito.Jaja
carrion no es buen poeta por favor vaniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
el koala y yo te estamos mirando
un beso
leo y marvin
PS: aca se murio landa
dos menos
dos sepultados
Alma Karla. Abrazo para vos.
Filis: cuando querás nos echamos el rompecabezas jajajaja, saludos.
Leo: jajajajajaja, hoy me hiciste reír. Es misógino, pero unos cuantos versos lo redimen. abrazo. saludame a la mara por allá. A ver si alguien nos manda un texto para ver como fue la transición de festivales. pueeeee
Hola Vania: Leer tu post me trae muchos recuerdos y de hecho te describís implícitamente como monitoreadora del Festival, que fue la actitud que te caracterizó. Bueno, abrazos para todos/as por allá. Gracias por todos los esfuerzos, por soportarnos esos días...
Saludos,
Ezequiel
Qué gusto saber de vos, ezequiel. Entregaré tus saludos por aqui. Buena suerte en todo, saludos a Gaby, y no se pierdan, mantengámos el contacto. un abrazo pues.
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