lunes, 15 de octubre de 2007

Máquina del Tiempo

Por: Gabriel Rodríguez


Soy una especie de caracol y de cangrejo ermitaño, o más exactamente al revés: porque he tenido que mudarme a casas portátiles más grandes, a medida que mi mundo interior crece. No obstante, siempre llevo conmigo cosas esenciales. Van conmigo en casa mudanza. ¿Qué cosas? Voy a disparar al aire algunos ejemplos, así en buena onda para que toda la mara que le guste, trastee su máquina del tiempo. Ahora los invito a compartir un poco de xingadeira con mi máquina del tiempo.
Muchas veces, todo comienza con Cri Cri cantando a dúo con el ratón vaquero; y tan siquiera como ahora sucediera en las escuelas, que empiezan a salir todas las vocales a marchar de los élitros violinistas del pequeño amigo, y grillo cantor. Pasaron eones, es decir años, y Cri Cri sigue ajustando las cuerdas de sus élitros violinistas. Para alegrar la fiesta –y no rayar los acetatos del grillo en cuestión- se suman al rollo los muñequitos de Play Mobil, enfrascados en sus aventuras. A veces también lo hacen los Lego y los Tente, cuando momentáneamente están a verga de sus mil y una posibilidades combinatorias.

Con esta máquina del tiempo, me paso a otra, para saltarme los libros de la escuela y las maestras rancias. Cuando me meto en algún problema, recurro a Sport Billy para que saque alguna solución de su mini-maletín; y en su defecto, si no puede o está de vacaciones, hay buenos reelevos: Matzinger Z, los superhéroes Marvel y los Superamigos y Cía saliéndose de los cómics, de las páginas multicolor de las historietas. Pero a veces están muy ocupados convenciendo a mis papás de que me lleven a la juguetería que tengo cada vez más grande en mi cabeza. Pero sí, tengo suerte de ser tratado con calidez en plena Guerra Fría.
Treinta y un siglos después, cuando a menudo la dictadura militar de mis maestros y maestras me condenan al destierro fuera de mi salón de clases, e incluso de la hora del recreo, hay otro tío, Ulises 31 me invita a su exilio intergaláctico hasta que pueda llegar a su casa. Siempre y cuando la Guerra de las Galaxias no haya desplegado su poderío en las estanterías de las jugueterías; tanto como para que un Imperio contraataque, o un Jedi regrese con grandes ofertas; y que E.T. consiga telefonear a su casa.
Cuando por el poder de Grayscole consigo ganar el examen de matemáticas –sin estudiar, claro está-, o en su defecto la Espada del Augurio me ayuda a ver más allá de lo evidente, sacar acordeones y el chivo de cuernos retorcidos, sin necesidad que los descubran mis profesores debajo de mi pupitre. Cuando hago todo esto puedo evitar mi krypotonita. Otras veces no. Quisiera preguntar si el tedio del Idioma Español es una jerigonza retorcida, más pesada que el anda de la procesión infantil de Semana Santa que me obligan a cargar. Sería mejor una versión aburrida de Calabozos y Dragones.
Me gustaría saber si es mejor que planee un escape de mi salón de clases, a lo Houdini y Mandrake, o acaso a lo Indiana Jones y Jonhy Quest. En ésas, que un buen amigo, a la hora del recreo, me convide un poco de espinacas; y sí, poder poner en su sitio a esos tres pitufos de mierda que tengo entre ceja y ceja y están en mi clase: el filósofo, el gruñón y el vanidoso. Rebotarlos como cuando juego canicas, fut, o Invaders en el Atari. Luego, no estaría mal darme un Viaje a Las Estrellas de Pollo Campero, McDonald’s, Chévere, Los Gauchitos, y por qué no, futío acompañado de garnachas, churros y choco milk con una sobredosis de chiquitolina, sin que nadie cuente con mi astucia.

En fin, quisiera preguntarme si Cri Cri y compañía aún salen en ciertas noches y aún salen en ciertos días, acompañados de Enrique, Ana, y otros Chicos que andan a Menudo por ahí con todo su Timbiriche; si Memín sale de sus páginas para hacer travesuras, y Kalimán lo saca de apuros antes que le caiga la tabla con clavo. Me pregunto si en su defecto, le echarán una mano al negrito los superhéroes de Marvel, cuando tienen ratos libres en los cómics, aunque no hable inglés, ratón vaquero traduce. Qué pasará cuando los que le ayudan al patojo hablan francés –y gálico también-, como Ásterix, Obelix y el Druida cuando no están ocupados con los romanos. Seguro son favores que ahora pueden solicitarse a Harry Potter.
Son cosas que quisiera preguntar, si quedaron registradas en la Historia Universal para niños, o si ocurrieron en algún planeta de mis libros de astronomía infantil; o si de paso visité al Principito en su propio planeta, y mi avión no descendió de emergencia en ése mundo.
Quisiera preguntar si esto no es preferible a quedarse en la Isla del Tesoro sin un buque de retorno; o encontrarse a Sandokán desembarcando en la jungla. O por el contrario, ser rescatado por el Nautilus y ser invitado abordo por el Capitán Nemo, para no ir a parar en el centro de la Tierra y hasta el lado oscuro de la luna. A lo mejor es preferible un poco más bajito y despacio para ir cinco semanas en globo, para no encontrarse durante la noche en el callejón de mis temores, al Sombrerón y la Llorona. O pedir al genio de la Lámpara, que me dé el poder de desaparecer y aparecer a voluntad, de donde ni mi bicicleta, ni ningún auto fantástico, Fénix 5, o Lobo del Aire, puedan sacarme de la zona de peligro y dejarle los ojos cuadrados al payaso asesino. Insisto, ahora estos favores puedo solicitarlos a Harry Potter; como también no volverme un señorito de las moscas en mi propio basurero, escoltado por las negras alas de los fantasmas carroñeros, mientras inhalo mi infancia encerrada en una bolsa de plástico. Pienso en los que no han contado con todo esto, y que la compra de un Big Mac a su salud una vez al año, no es suficiente para sacarlos de la compañía de esos calabozos y ladrones.

Todo esto lo cargo todas las mañanas en una mochila y se muda conmigo adonde quiera que voy. No lo desempaco hasta que me voy a dormir. Es más, ni siquiera tengo necesidad de guardarlo en una mochila; y tampoco necesito un ipod, y cualquier aparatejo por el estilo, ni Internet para echarlo a correr. No es como pintarse la cara de payaso sin un espejo, y sí es para dejarle cuadrados los ojos al payaso asesino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

necesito una maquina del tiempo ya obligatoriamente para viajar al pasado empezar mi vida otra vez y borrar las 4 veces que repeti en el colegio estos son 2do nivel de prescolar 2do y 3er grado de primaria y por ultimo 9no grado de bachirerato borrar todo eso y haci haberme graduado de bachiller en el 2005 en lugar del aburrido 2009 ya que en el 2005 no hubiese estado aburrido por que en esa epoca pasaban buenos programas en la television y ahora en el 2009 todo esta muerto asi que necesito que me digas donde puedo comprar una maquina del tiempo o que me des unas instrucciones sencillas para poder construirla necesito respuestas ya para recuperar los 4 años de diversion que me perdi quiero recuperar el tiempo perdido por eso quiero que me digas donde puedo conseguir mi maquina del tiempo o una instrucciones para ver como se construye espero ver respuestas pronto este mi correo para cualquier informacion manuelns62@hotmail.com bueno espero ver respuestas pronto por favor se lo agradeceria mucho bye hablamos luego